Construirnos entre todas: eso también es feminismo
Por Lissy Villar Muñoz
Imágenes tomadas de internet

¿Has pensado alguna vez cómo nos construimos? ¿Alguna vez tus sueños, decisiones, acciones fueron más firmes porque te ayudaron a sostenerlas? Recientemente en una publicación de la Editorial argentina Chirimbote preguntaban quién te acompañó en tu camino hacia el feminismo.
“Y sí, el feminismo nos cambia el mundo, el de adentro y el de afuera”, precisó el post de Facebook. Y hay personas que lo hacen posible. Y hay amigas que también lo hacen posible.
¿Has conversado en un grupo de amigas sobre lo que significa el feminismo? ¿Han compartido cuestiones que tienen que ver con la autonomía del cuerpo y de las personas? ¿Has compartido impresiones sobre los derechos y las posibilidades a las que las personas tienen acceso?

El feminismo es esa práctica de vida, ese cotidiano accionar que mueve estructuras establecidas en la sociedad que tiene que ver con desde tus derechos sexuales y reproductivos hasta la decisión sobre la ropa que te pones. Asimismo está relacionado con el respeto a que se escuche tu voz, a tomar tus propias decisiones en un ambiente de libertad, en donde tienes la posibilidad de escoger.
El feminismo es la apuesta política que quiere cambiar el sistema patriarcal (donde lo considerado masculino es superior), el cual te dice que no eres buena, que eres inferior, que no haces nada bien, que no puedes, y además vienes a este mundo a cumplir determinados roles establecidos.
Pero no es la política como a veces te la hacen ver. Es la política que construyes tú desde tu accionar, tus posibilidades, tus deseos, y responsabilidades. Política lo es todo, porque todo tiene que ver con la sociedad como un todo y toda ley, norma, decisión y poder te influye o determina.
Y esas amigas pueden ayudarte a recorrer de una forma más feliz la vida, porque creo de eso es lo que se trata. Sentir paz, tranquilidad, autoconfianza, poder decidir. Y no olvidar que nos construimos entre todas las personas. Por eso es mejor estar cerca de quien nos aporta energía, visiones diferentes del mundo y confianza. Rodearnos de quien nos escuche, y a quien podamos escuchar, así como de aquellas personas que reconozcan lo positivo que llevamos dentro.

Y por eso les comparto una frase que forma parte de todo ese universo del feminismo del cual nos apropiamos y reestructuramos cada día. “Cuando admires algo de otra muchacha ( y de una amiga), díselo. Pongamos en práctica el hermoso hábito de levantarnos unas a otras”. Eso también se llama sororidad. Algo de lo que estaremos hablando próximamente por acá.