Dos mujeres en una: la sensualidad que las une

Revista Muchacha
4 min readJul 28, 2022

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Por Carmen Maturell Senon (Estudiante de periodismo)

Leslie Fuster y Rebecca de Windsor son dos mujeres en una. Diferentes entre sí, pero a las misma vez similares. Quienes la ven se quedan con el sabor inquietante de conocer más, las dos se sienten sexis y deciden contar su historia.

Revisa todo como de costumbre, hace su calentamiento físico y vocal. Luego termina diciendo algunos textos de la obra para adentrarse en la escena. A la hora de la función se apagan las luces y en el centro del escenario se vislumbra una figura femenina con su mirada fija en el espejo que tiene delante. Leslie Fuster se convierte en Rebecca de Windsor y comienza a hablarse y hablarnos sobre sí misma. No acepta las marcas que el tiempo va dejando en su piel y decide como acto heroico emprender su viaje a la santidad. Rebecca se sabe divinamente mujer, pese a que en el pasado fue un hombre, a quien no quiere recordar.

Leslie Fuster Hernández protagoniza la obra “Yo No Tengo La Culpa de Haber Nacido tan Sexi”, puesta en escena del grupo teatral santiaguero Gestus. La actriz nos deja bien claro la pasión que tiene por el arte y los puntos en comunes con Rebecca de Windsor, la mujer transexual que inspira su vida.

Actriz, profesora de voz y dicción, instructora de arte y emprendedora, Leslie comenta para Muchachas, que se considera una persona introvertida, pero tal característica no es impedimento para ejercer lo que ama.

“Provengo de una familia de artistas, y desde pequeña me llamó la atención ese mundo tan colorido. Incursioné en varias manifestaciones artísticas hasta que el teatro me deslumbró por completo. Mi vida discurre entre los tabloncillos, con los alumnos de la Escuela Profesional de Arte José Maria Heredia y trabajando desde casa en mi emprendimiento”, confiesa.

Un tanto inquieta, se emociona al hablar sobre sus primeros inicios en el teatro y más cuando la conversación declina en la obra de mayor impacto en su vida hasta ahora.

“Yo No Tengo la Culpa de Haber Nacido tan Sexi, se retomó en octubre del 2020, tras un largo periodo de no exponerse en escena. Esta vez fue una versión de Abilio Estévez, a partir de la novela homónima de Eduardo Mendicutti. Bajo la dirección de Yelenis Peña Pino, me propusieron protagonizar este monólogo y ahí fue cuando Rebecca de Windsor cobró vida a través de mí”.

“Para interpretar a este personaje estudié mucho. Realicé una caracterización vocal, entrenamientos físicos. Además conviví con personas transexuales para poder personificar a la mujer valiente que tenía en mente”.

En el transcurso de la obra nos muestran en retrospectiva la historia de una mujer que un día fue hombre. Invita al público a sensibilizarse y aceptar los diferentes colores de las personas.

“En la puesta en escena mi objetivo es que el espectador se pueda sensibilizar con el personaje, que conozcan su pasado y se identifiquen con él. A Rebecca no la aceptaron en el servicio militar por ser homosexual. Más tarde quiso ser santa, pero para lograrlo tenía que cortarse el pelo y vestirse como hombre, porque monja y mujer transexual no caben en la misma mesa.

Quiero visibilizar esa disputa que tiene el personaje con su identidad. Muchas veces las personas trans son discriminadas por la sociedad, y debemos de comprender las diversidades que existen, saber respetar y aceptar a todo el mundo”.

Cuando se le pregunta si tiene puntos en comunes con el personaje tarda un poco en responder. Luego afirma de manera jocosa que la sensualidad es la similitud. Ser independiente y pensar un poco más en sí misma es una de las virtudes que le aporta el personaje y la actriz lo tiene bien claro.

Desde hace un año la confección de bolsos de lienzo es un motivo más para sentirse realizada. Su emprendimiento la vincula con los ideales de la mujer de ficción que encarna. Las dos deciden luchar por sus sueños desde aristas distintas, por nunca dimitir cuando se trata de alcanzar sus metas.

El teatro para esta joven artista llegó para quedarse, en él se inspira e instruye a las generaciones más jóvenes. El escenario es su momento, su espacio para respirar y sentirse viva. Leslie Fuster a través de Rebecca –y viceversa- siempre te van a dejar una moraleja y con deseos de saber más. Te gritarán a la cara sus firmezas y ambiciones, tal vez para que te sumes a ellas y digas que tú tampoco tienes la culpa de haber nacido tan sexi.

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