El lente violeta: Carmilla

Revista Muchacha
4 min readMay 2, 2024
Imagen tomada de Internet

Por Lari Perez Rodriguez

Las primeras representaciones queer[i] en la gran pantalla estuvieron contenidas en el cine de horror. Los monstruos cinematográficos procedentes de la literatura gótica brindaron una oportunidad para mostrar «lo diferente», «lo raro»; aunque, como era de esperar, predominaron en el género los clichés negativos: lesbianas con tendencias psicópatas, sanguinarias vampiras bisexuales, asesinos travestidos… y un largo etcétera.

Un breve recorrido

Los orígenes del Queer Horror se remontan a la narrativa gótica de los siglos XVIII y XIX, y posiblemente estén vinculados a que algunos de los representantes más prominentes de dicho género vivieron amores «prohibidos». Tales fueron los casos de Lord Byron, Oscar Wilde y John Polidori. Incluso Mary Shelley — la madre de la ciencia ficción — dejó constancia de su atracción por las mujeres[ii]. Debido al tabú de la época, hubieron de ingeniárselas para esconder «a simple vista» los deseos y conflictos de un sector excluido por la sociedad.

Durante la década de 1920, los affairs entre personas del mismo sexo comenzaron a ser cada vez más frecuentes entre miembros del séptimo arte. El rechazo desmedido de representantes de la moral estricta estadounidense condujo a que, en 1930, se redactara el Código Hays — quedando expresamente prohibido mostrar personajes homosexuales en el cine (entre otras muchas normas).

A pesar de la censura, un sinnúmero de directores emplearon metáforas para representar las luchas internas de las identidades queer. En este apartado podemos hacer referencia a películas como Nosferatu (1922), de F.W. Murnau; o las de James Whale: Frankenstein (1931), El caserón de las sombras (1932), El hombre invisible (1933) y La novia de Frankenstein (1935).

Collage de películas de terror con representación queer

La revolución sexual de la segunda mitad del pasado siglo y el auge de las luchas feministas influyeron en la realización de cintas con contenido homosexual explícito. También, algunas de las nuevas adaptaciones de los clásicos del cine de terror se aventuraron a profundizar en lo queerness[iii] de sus personajes. Tal es el caso de la adaptación inglesa, del año 2019, de Carmilla.

La propuesta de hoy

Poster promocional de Carmilla (2019)

Ambientado en el siglo XIX, el guión está inspirado en la obra homónima[iv], escrita en 1872, por Joseph Sheridan Le Fanu. A diferencia de las adaptaciones anteriores, la película de Emily Harris destaca por centrarse en la difícil relación de las protagonistas, más que en la vertiente terrorífica.

Con un cuidado diseño de producción y una elegante puesta en escena, el film nos adentra en la cotidianidad de Lara (Hannah Rae), una chica de quince años que vive en el aislamiento de su casa familiar, bajo el cuidado estricto de su institutriz, Miss Fontaine (Jessica Raine). Tras la llegada accidentada de la misteriosa Carmilla (Devrim Lignau), Lara se descubrirá deseosa por acercarse a ella. Sin embargo, el rumor de que Carmilla puede ser una vampira comienza a asustar Miss Fontaine, quien hace todo lo posible por alejarla de su pupila.

Donde Le Fanu empleó símbolos para hablar de la persecución a la que estaban sometidas las mujeres sáficas, Emily Harris lo narra con transparencia. Vampira y Lesbiana son la misma cosa, y ambas son hostigadas hasta la muerte.

Por ser una película contemplativa, y alejarse de la estética de las historias de vampiros que le antecedieron, la cinta no contó con una amplia aceptación. En mi opinión, estas son — precisamente — las características que invitan a verla.

[i] Queer entendido como un término para referirnos a cualquier persona que sea parte de una sexualidad/identidad de género periférica o disidente (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, no binare…).

[ii] Existen cartas a varios amigos que dan fe de lo que hoy podría ser entendido como su bisexualidad. En una carta para su amigo Eduard Trelawny, Mary escribió: «Estaba lista para entregarme — y al tener miedo de los hombres, estaba en una buena posición para ponerme “tousy-mousy” con las mujeres». Esta frase es un slang muy viejo utilizado para referirse a la vagina y a la vulva.

[iii] Rareza o excentricidad.

[iv] Carmilla apareció por primera vez en el año 1872, en la colección de cuentos de terror In a glass darky, del escritor irlandés Joseph Sheridan Le Fanu. Ha sido reconocida como la primera vampira de la literatura, y la fuente de inspiración de obras como Drácula. Al momento de su publicación, el cuento conmocionó a la sociedad de la época por sus claras manifestaciones lésbicas.

--

--