Embarazo, aborto y educación integral de la sexualidad
Por Gabriela Milena Padrón Morejón y Gabriela Orihuela
Al cierre del 2022, el embarazo precoz se redujo de 18,1 % (2021) a 17,8 % lo cual indica que sigue constituyendo un serio problema social y de salud en estos tiempos. A inicios de año, la doctora Tania Margarita Cruz Hernández, viceministra primera de Salud Pública, al presentar la evaluación del cumplimiento del Programa de educación sexual para niños, niñas y adolescentes, indicó que «el descenso de la tasa global de fecundidad en la Isla se ha acompañado de un aumento de la fecundidad adolescente, por encima de lo esperado y deseado».
De acuerdo con el diario Granma, «seis provincias presentan un índice superior al 18%, encabezando la lista Las Tunas (22,7 %), Holguín (21,3 %), Camagüey (20,5 %), y Granma (20,3 %)».
Las cifras reflejan una realidad innegable y, a su vez, nos muestran qué camino debemos tomar en las estrategias a seguir. La Federación de Mujeres Cubanas (FMC), en su deseo por revertir el panorama, encabeza la campaña #QueNoSeRompanTusSueños; la Editorial de la Mujer, de la organización femenina entrevistó a la Doctora en Ciencias Psicológicas e investigadora del Centro Nacional de Educación Sexual, Natividad Guerrero Borrego sobre este tema.
¿Qué no se debe dejar de decir cuándo hablamos de sexualidad con los adolescentes?
«Creo que una de las cuestiones fundamentales es el trabajo —o por lo menos intentar— sensibilizar a las familias con el tema. Ellas tiene una importancia muy grande en los primeros años de toda persona, sobre todo porque dan el ejemplo. Generalmente, cuando una pareja decide tener hijos la actitud que ellos asuman como pareja es siempre importante porque los hijos aprenderán e imitaran sus conductas a largo plazo.
«Esto no quiere decir que las conductas serán imitadas de inmediato o la descendencia vaya asumir estas conductas en un momento específico, dígase edades tempranas o la adolescencia. Pero creo que el modelo familiar, las dinámicas y las relaciones de respeto que asuman, tendrán mucho que ver con lo que los jóvenes hagan después.
«La escuela por su parte debe acompañar desde el principio, creo que es mucho más importante que la escuela, lo que pasa que la escuela te sistematiza el contenido y te lo puede dar organizadamente, te va a enseñar, porque para eso estan los procesos de enseñanza y la familia te da una enseñanza que no lleva orden, que se basa sobre todo en la imitación.
«A pesar de que la escuela sea un eslabón fundamental en la educación sexual, porque da sistematicidad a los contenidos y los ubica en los momentos precisos, la familia continuará siendo la base del aprendizaje; porque los roles de género, los vínculos afectivos y todos los elementos de la personalidad se van formando desde las primeras edades y las familias son los principales referentes. Cuando llegan a la adolescencia y a la juventud, que comienzan a experimentar su sexualidad, imitan lo que han visto lo que han vivido desde la familia.
«Otro aspecto importantes es la coherencia desde los medios de comunicación masiva. Por poner un ejemplo, los videoclips. Estos productos venden mucho erotismo y no hay sensibilidad suficiente respecto a este tema, tenemos en contra también que la música vende, llega a todo el mundo y varios programas la reproducen».
¿Cuál sería la mejor forma de integrar la educación sexual a los planes de estudio de las escuelas?
«El tema hay que estructurarlo, tal vez no colocarlo en una asignatura como muchas personas han pensado, en casi todas las asignaturas hay posibilidades de integrarlo. Por otra parte, hay una cátedra de género en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varina que hizo un programa y marcó precedentes por las acciones que proponían y sobre todo porque hacía énfasis en preparar a los futuros profesores, y en eso estamos fallando, en darle una preparación integral a los maestros sobre estos temas.
«La educación sexual debe ser integral porque la sexualidad es una dimensión que nos acompaña siempre. En cada minuto y en cada momento la posibilidad de educar está siempre presente. Hay contenidos muy específicos, cómo higienizar, cómo cuidar tu cuerpo, qué significado le vas a dar a tu cuerpo, cómo vas a establecer un vínculo con otra persona en términos de autoestima, autocontrol, incluso valores, deben existir congruencias en los discursos porque para educar sobre sexualidad tenemos que llamar las cosas por su nombre».
¿Cuáles son las causas del embarazo en la adolescencia?
«El embarazo en la adolescencia es un fenómeno multicausal, que va desde la desinformación, la desatención de la familia, la inercia de los actores que tienen que ver con esto. Son muchas las variables, y suceden de forma tan frecuente que las naturalizamos.
Por poner un ejemplo, la atención, vamos a decir, tan formal que tiene el personal mismo de salud, que va al grano, a ver si estás o no estás embarazada, o en el trato de la enfermera , que a veces no es consciente de lo determinante que puede ser un momento como ese para una niña de catorce, trece, dieciséis o veinte años. No podemos olvidar que a esa persona probablemente le falte información, le falten elementos que le pueden ayudar a tomar una actitud más segura, más protegida con su vida, y la mejor decisión.
«También es elemental la falta de información del muchacho, porque generalmente en las parejas a los varones se les quita la responsabilidad, les recalcan que es una responsabilidad de ella que se quedó embarazada. Y en ese momento nadie piensa que en la mayoría de los casos el varón fue quién más insistió para tener relaciones sexuales, quién la presionó cuestionando si lo quería o no, o le prometió un amor de cuentos de hadas, en la promesa de la fidelidad. Por supuesto, no todas las muchachas caen en estas redes.
«Otra variable muy frecuente en el embarazo precoz es la diferencia de edades entre los futuros progenitores. En Cuba, una importante cifra de muchachas se están quedando embarazadas de hombres mayores que ellas. También está el problema actual con los métodos de anticoncepción. Los que circulan son por lo general en el mercado informal y con precios elevados».
¿Cómo afecta a los y las adolescentes y sus entornos?
«Esto es muy diverso porque va a depender de las particularidades del adolescente y sus familias, que también son diversos. La adolescencia es un período prácticamente de diez años y la mayor parte de los cambios significativos en la vida de esa persona ocurrirán en este momento.
«Cuando la madre tiene de 10 a 13 años, los adultos a su alrededor colaboran un poco más con la crianza del bebé y no la juzgan tanto. Pero cuando se trata de una adolescente entre los 15 y 20 años, la culpan, la responsabilizan y la agreden psicológicamente. Sin duda una de las principales afectaciones es que llegue a este mundo un niño en desventaja total. Desventajas que van desde ser bajo peso al nacer, tener malformaciones u otras enfermedades.
«Todo ello, repercute en la madre, porque tanto su organismos como su psiquis está aún en formación. En estas circunstancias tienden a detener su desarrollo escolar o continuarlo por otras vías más extendidas ya que deben comenzar a trabajar. Pierden el vínculo con el grupo de amigos y asumen roles de madre para los cuales no están preparadas.
«La familia también sufre cambios, porque esa abuela, que es una adulta, es una mujer joven también, que tendrá que desdoblar esfuerzos para ayudar a mantener y a criar al bebé. Un niño que no estaba planificado y afectará a toda la estructura de la casa.
«Otra característica del embarazo en la adolescencia es que es producto de relaciones sexuales deseadas, pero no un embarazo planificado ni intencional y por tanto todo lo que ocurre después es improvisado y eso tampoco es bueno para el bebé. Estamos hablando de un niño que intenta educar a otro niño».
¿Cómo se responsabiliza al padre, en caso de que también sea adolescente?
«Los varones se desentienden porque la familia no asume la actitud más adecuada ante una situación como esta. O sea, hay una ruptura en la que la mujer protege a su hijo como hijo y no actúa pensando en que aquella muchacha que quedó embarazada pudo haber sido ella en otro momento. Y la familia del muchacho por lo general asume una actitud bastante egoísta».
Sabemos que la solución en muchos casos ante el embarazo precoz lo es el aborto, que, además, no está exento de consecuencias emocionales en las edades tempranas.
«El aborto es una decisión que se toma por el temor que tienen de traer al mundo una persona para la cual no están preparadas, por la presión familiar y otras muchas razones, como no poder continuar con los estudios. Muchas piensan que se les acaba la vida, según el significado que tenga para ellas el embarazo. También ponen en una balanza los pros y contras, como que son dependientes económicamente.
«Algunas veces, sí saben que es un riesgo quirúrgico, ahora mismo no tanto, porque es medicamentoso casi todo lo que se está haciendo, pero en otros casos no son conscientes de las consecuencias.
«Igualmente, está la situación de tener que decirle a los padres, por lo menos hasta hace muy poco era obligatorio tener el consentimiento de los padres. Ya ahora mismo pueden solicitar el servicio sin que los padres lo sepan, pero de todas maneras es algo para lo que ellas no iempre estan preparadas».