Mi sexualidad: eyaculación retardada, ¿mito o realidad?
Por Carmen Maturell Senon
Se siente frustrado y la vergüenza le carcome el alma. Hace meses que en su intimidad no experimenta un orgasmo o eyacula, y en más de una ocasión se ha preguntado: ¿qué está mal con él?
Para las sicólogas Stephanie Cereijo Quintana y Heiddy Carmona García, este tipo de casos se cataloga como trastorno de la eyaculación y tienden –añaden– a ser epidemiológicamente los de mayor prevalencia. Agregan que repercute en la calidad de vida de las personas y sus parejas, y puede constituir una posible causa de infertilidad.
Cereijo Quintana y Carmona García explican que la eyaculación retardada se puede clasificar de diversas formas: según su duración, pueden ser prematura o retardada; según la sensación, eyaculación dolorosa o anhedonia eyaculatoria[1]; y en dependencia del volumen, eyaculación retrógrada[2], aneyaculación[3], hipoespermia[4] o eyaculación babeante[5].
Particularmente, la eyaculación retardada, también catalogada como trastorno orgásmico masculino o disfunción orgásmica, puede conceptualizarse como un retraso persistente o recurrente del orgasmo tras una fase de excitación sexual normal, en el transcurso de una relación sexual adecuada en cuanto a estimulación, duración e intensidad.
Para las también sexólogas, entre las causas más comunes de este trastorno, se incluyen factores orgánicos y de orden sicológico, a su vez, son variadas sus consecuencias; «pues, puede traer para la persona problemas de autoestima, síntomas de depresión, de ansiedad, estrés, e incluso el propio individuo o la pareja puede cuestionar su hombría hasta que sienta vergüenza de sí mismo». Sin embargo, estas percepciones erróneas se derivan de la cultura que prevalece en la sociedad en torno al comportamiento sexual de la figura masculina.
Los resultados de algunas investigaciones resaltan que a veces esta disfunción es interpretada por la pareja como falta de atracción. «Tal es la connotación social que tiene el padecimiento de esta disfunción que la mayoría de los hombres no buscan ayuda por la vergüenza que sienten de expresarle a otra persona que tienen problemas en lo que, de acuerdo a la sociedad, se supone que funcione “perfectamente”», explicaron.
Por tanto, se considera que la eyaculación retardada es un tipo de disfunción sexual con escasa prevalencia en la población masculina, pero que igualmente conlleva malestares que trascienden todas las esferas de la vida, al no lograr la satisfacción sexual orgásmica tanto para el hombre como para su pareja.
Alternativas terapéuticas:
El tratamiento de la eyaculación retardada requiere de una mirada holística e individualizada en la que se tengan en cuenta las disímiles causas que pueden estar en la base de este problema sexual. Se debe orientar a eliminar el o los factores causales en la medida de lo posible y requiere la implementación de modificaciones educativas.
La psicoterapia sexual requiere de un tratamiento individualizado, específico, centrado en garantizar el bienestar psicológico del paciente y en favorecer su educación sexual. En varias ocasiones las deficiencias en este último aspecto, derivadas de la pobre o inadecuada información sexual que reciben las personas en los diferentes entornos de socialización (familia, escuela, comunidad) en los que se insertan desde pequeños, forman parte de los factores causales que afectan su desempeño sexual.
Otras técnicas son: la estimulación precoital intensa del pene y la penetración con movimientos progresivos de la mujer en posición superior, la maniobra del puente consistente en la estimulación simultánea del clítoris en la introducción vaginal, en la cual es preferible que la mujer esté encima y debe comenzar los movimientos lentamente manteniendo esa posición superior; así como los diálogos eróticos, los ejercicios pélvicos y las fantasías eróticas.
Si bien la eyaculación retardada puede resultar una situación difícil y estresante para quienes la experimentan, es importante recordar que no se trata de un problema insoluble. Al comprender sus causas y los síntomas, así como buscar la ayuda y el apoyo adecuados, las personas afectadas pueden encontrar soluciones y mejorar su calidad de vida sexual y emocional.
De igual forma, el hablar sobre el tema sin inhibiciones supera la vergüenza, pues la comunicación abierta y honesta con la pareja y los profesionales se concibe fundamental para tratarlo y superarlo.
El muchacho de estas letras expresa que le contó a su pareja y juntos buscaron ayuda y orientación en línea. Comprendió que las experiencias sexuales satisfactorias son alcanzables con la actitud y el enfoque correcto.
[1] Describe la condición en la que la persona experimenta una falta de placer o satisfacción durante la eyaculación, a pesar de tener una función sexual “normal”.
[2] La eyaculación retrógrada ocurre cuando el semen ingresa a la vejiga en lugar de salir al exterior a través del pene durante el orgasmo.
[3] La aneyaculación se define como la incapacidad para eyacular el semen; la palabra en sí significa “sin eyaculación”.
[4] Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se considera hipospermia cuando al eyacular el volumen de la muestra seminal es inferior a 1,5ml.
[5] Eyaculación asténica o babeante: se produce cuando se pierde fuerza en la expulsión del líquido seminal.
