Juntas por Palestina: espacio de lucha y resistencia
Por Carmen Maturell Senon y Gabriela Orihuela
La investigadora y escritora Zaida Capote sabe — y comenta — que nada empezó hace un año; hace más de siete décadas que el pueblo palestino resiste la embestida del colonialismo sionista. Hasta la fecha son al menos 41.615 las personas fallecidas. Se dice así, fríamente, pero la humanidad tiembla al poseer tantas muertes.
¿Cómo no posicionarse en contra de la guerra, del genocidio? Como si de un acto performático se tratara, mujeres de todo el mundo se rapan su cabello y se posicionan en el lado de la humanidad. «Juntas Por Palestina», iniciativa promovida desde Cuba que envía mensajes de solidaridad al pueblo del Medio Oriente, para que sepan que no se les olvida.
Juntas Por Palestina
Elisa Armenteros Dueñas dice haberse unido apenas participó en el conversatorio sobre la historia de Palestina en la Universidad Superior de Artes. La motivó saber que a pesar de estar tan lejos, se podía ayudar de alguna forma.
«Lo que hago en la red es editar videos en formato vertical para redes sociales. Trabajo con las imágenes y grabaciones que nos envían las mujeres que han decidido raparse frente a cámara en forma de protesta. En estos se informa sobre lo que ha ido ocurriendo año tras año y además vienen subtitulados en árabe y español para hacerlos accesibles.
»Pienso que es imprescindible apoyar la causa porque somos todos/as seres humanos, la distancia no nos hace diferentes. Si estás consciente de lo que está sucediendo, y aun estando en tus posibilidades, decides no ayudar, te conviertes en un cómplice.
»Una de las formas más sencillas de apoyar la causa es investigar, buscar fuentes confiables, nutrirse de información y compartir ese conocimiento con tus allegados, hay mucha desinformación en redes, e ignorancia en las calles.
»Se realizarán también dentro de muy poco, marchas y conferencias en varias escuelas de la Capital, asistir es una enorme ayuda».
En una situación similar está Claudia Manzanet Freyre, de 19 años de edad, quien también edita videos y socializa en sus redes sociales. Para ella las vidas perdidas son más que un impulso para apoyar la causa: «además se está fomentando y exponiendo la violencia».
Su motivación, aclara, es la esperanza de que todo un día acabe. «Muchas personas dicen que las mujeres que se rapan no resolverán nada, pero no es así. Yo siento que es una forma de alzar la voz, porque si más personas se unen, estudian sobre el tema, empatizan y crean consciencia, se podrá ejercer presión para incentivar el activismo».
Por su parte, Isis Noylam del Rosario Almaguer expresa que, para ella, el proceso de integrar «Juntas por Palestina» ha sido reconfortante espiritualmente «porque estoy haciendo algo, aunque esté en otro continente, pues es una causa justa junto a mujeres increíbles. Hemos sido parte del equipo que recepciona el material que hacen mujeres de otros países».
La iniciativa, que comenzó por cubanas revolucionarias, suma a varias mujeres de México, Reino Unido, Bélgica, Argentina, Venezuela, Brasil, Chile, Paraguay y Puerto Rico.
Isis Noylam también tomó la decisión de raparse hace unos días. «El proyecto que es reunir 76 videos — la misma cifra de años entre el conflicto Israel y Palestina — de 76 mujeres. Estoy editando mi video, ya está en proceso.
«Ahora estamos preparándonos para el 20 de octubre, pretendemos hacer una bandera con seis mil personas», agregó.
Susel María de Zayas Valls, estudiante de la Facultad Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual del ISA, supo del movimiento solidario «Juntas Por Palestina» a través de Aniet Venereo, una de sus coordinadoras, «que se nos acercó solicitando la colaboración para la edición de 76 videos de mujeres rapándose frente a cámara, en representación de los años de sufrimiento por los que ha atravesado el pueblo de Palestina. Acepté sin dudarlo.
»Muchos/as creen que es un sin sentido, y que es imposible lograr algo estando desde tan lejos; pero es increíble como tantísimas mujeres, de diversas partes del mundo, se han unido a esta acción. Es una forma de crear conciencia, de llenar los vacíos de desconocimiento sobre lo que realmente está pasando. La injusticia tiene que acabar, porque son innumerables las cifras de inocentes siendo asesinados por el sionismo…e independientemente de sea cual sea el motivo que utilicen para respaldar sus actos, son seres humanos que están perdiendo la vida y eso nada lo justifica».
