Juntas somos más fuertes
Por Lari Perez Rodriguez
El Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, celebrado en Bogotá, Colombia, en 1981, tomó la decisión de instaurar el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Se escogió dicha fecha en honor a Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, tres hermanas nacidas en la República Dominicana que fueron asesinadas por el régimen militar que controló la isla entre 1930 y 1961. El 7 de febrero de 2000, la ONU aprobó esta efeméride con una resolución oficial.
Hoy, desde #Muchacha, rendimos un pequeño tributo a las hermanas Mirabal y te hablamos de la pertinencia de la lucha por erradicar la violencia hacia la mujer.
Los levantamientos sociales acontecidos en América Latina a finales de la década de los 50, en especial la revuelta organizada en contra de Fulgencio Batista en Cuba, provocaron la creación de un movimiento en contra de la dictadura de Trujillo en República Dominicana. Este llevó por nombre Agrupación 14 de junio — en honor a una expedición armada proveniente de Cuba que llegó a República Dominicana en dicha fecha — . Las hermanas, quienes ya habían tenido algún que otro enfrentamiento con el dictador, jugaron un papel clave en la disidencia, y fueron conocidas como “Las Mariposas”.
Por su participación activa en contra del gobierno, Minerva y María Teresa vivieron constantemente asediadas, llegando a ser encarceladas y torturadas en varias ocasiones. A pesar de estos sucesos, y de la tortura a la que también fueron sometidos sus esposos, continuaron luchando contra la dictadura incansablemente.
El 25 de noviembre de 1960, cuando regresaban a casa después de una visita a sus parejas en la cárcel, Patria, María Teresa y Minerva fueron interceptadas en un auto por la policía secreta, quienes tras ahorcarlas y golpearlas, las dejaron caer a un barranco, tratando de encubrir el crimen como un accidente. Con ellas murió además el chofer Rufino de la Cruz.
La popularidad de las tres mujeres, unida al aumento de los crímenes, las torturas y las desapariciones de quienes se atrevían a oponerse al régimen de Trujillo, hizo que este asesinato marcase la historia dominicana.
Según la Unesco: “Las hermanas Mirabal fueron brutalmente asesinadas por ser mujeres y activistas. Su único crimen fue haber luchado por sus derechos contra el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo”.
En los últimos años, los índices de violencia contra las mujeres y las niñas no han hecho más que crecer. A pesar de las promesas de cambio de varios Gobiernos a nivel mundial, las nuevas leyes, de haberlas, no siempre se traducen en un conjunto de acciones que posibiliten erradicar esta problemática.
Según la ONU y la OMS, se estima que 736 millones de mujeres (una de cada tres) ha experimentado alguna vez en su vida violencia física o sexual por parte de una pareja íntima, o violencia sexual perpetrada por alguien que no era su pareja. Estas cifras alarmantes no incluyen el acoso sexual; de hacerlo, puntualizan ambas organizaciones, la proporción de mujeres violentadas podía llegar hasta el 70 por ciento.
A nivel global, alrededor de 81 000 mujeres y niñas fueron asesinadas en el 2020, unas 47 000 de ellas (es decir, el 58%), a manos de sus parejas o familiares. Esto equivale a una mujer o niña asesinada cada 11 minutos por personas que conocen.
De acuerdo con las estadísticas recopiladas por estas instituciones, quince millones de niñas/adolescentes de 15 a 19 años han experimentado relaciones sexuales forzadas en todo el mundo. De ellas, tan solo el 1% a pedido alguna vez ayuda profesional.
Al menos 200 millones de mujeres y niñas, de entre 15 y 49 años, han sido sometidas a la mutilación genital femenina en 31 países donde se concentra esta práctica.
En Estados Unidos, dos de cada diez mujeres jóvenes de entre 18 y 29 años han experimentado acoso sexual en línea, y una de cada dos ha recibido imágenes explícitas improcedentes.
La violencia hacia las mujeres (cis o trans) constituye en la actualidad un grave problema de salud. Debemos tener presente que estas cifras no abarcan toda la realidad, son sub-registros; además, detrás de cada dato hay una persona, una historia. El daño que deja el vivir en una cultura patriarcal y misógina no puede encerrarse en un número. Por eso el 25 de noviembre es un día de lucha. Por eso no nos basta con un día. Por eso muchas mujeres, en todo el mundo, luchamos incansablemente, como las hermanas Mirabal.