Mi Diario: Bloqueo creativo

Querido Diario:

Hoy quiero presentarte una de las tantas historias que por mi mente pasa. Sí, en esta ocasión, seré la narradora de una anécdota que te puede sorprender.

Antes me presento, soy Elizabeth pero me puedes llamar Beth; mucho gusto. La mayoría del tiempo soy periodista, pero hoy solo soy una chica viniendo a dar una charla de superación juvenil a chicos/as que necesitan oír lo que tanto yo anhele escuchar unos años atrás

Mi historia comienza en la enseñanza primaria; yo no era como las demás chicas ni me asemejaba. Nunca entendí el rechazo que me hacían si yo era igual a ellas: usaba vestidos con lazos extravagantes, llevaba el cabello siempre arreglado y obviamente nunca lo cortaba porque mientras más largo era el cabello más femenina me vería, o eso escuchaba cuando oía a escondidas las conversaciones de mi mamá con las otras madres del grupo (estereotipos de género); además, prestaba siempre mis juguetes a pesar de que nunca me eran recíproca.

Todo cambió cuando me encontré a una chica que tenia mis mismos gustos: veíamos las mismas series y hasta jugábamos los mismos juegos. Creí, entonces, que esta chica me había salvado la vida. Me hizo entender que yo no era rara ni distinta simplemente me expresaba de manera diferente al resto .

Esta etapa estudiantil finalizó con mucho llanto. Mi mamá me aconsejó que tenía que ser valiente y enfrentar mis miedos y, por supuesto, hacerle frente a las personas que me humillaban.

La secundaria no fue muy distinta: intenté volver a encajar. Mi niña interior que no quería ser ignorada. Sin embargo, intentar encajar fue de las peores decisiones de mi vida. Ser una/o misma/o vale más.

Actualmente estamos en el Pre y todo ha cambiado. Me alejé de todos/as menos de los que siempre han estado a mi lado y con quienes no finjo quién soy. Me di cuenta después de par de decepciones que no todas las personas son buenas o sinceras. Recordé, entonces, la frase de mi mamá: “puede que el mundo vaya en tu contra mientras tú pienses y creas que estás haciendo lo mejor para ti pues hazlo total vida solo hay una y nadie te va a decir cómo tienes que vivirla”.

⁃ Señorita, ¿a qué conclusión podemos llegar? — me preguntó una chica de gafas que según me habían dicho en la entrada le gustaba dibujar, pero le daba pena enseñar sus obras por las burlas y comentarios hirientes que había recibido.

Me quedé en silencio durante unos minutos intentando buscar una respuesta que tuviera sentido.

⁃ Al final sí se supera, sí se vuelve a amar, sí se recupera la esencia, sí se supera la depresión y todo por etapas solo tienen que dejar pasar el tiempo y sanarán

⁃ ¿ Cuáles son estas etapas, Beth?- me preguntó un chico el cual acababa de salir de rehabilitación debido a una fuerte depresión

⁃ La depresión empieza con la negación: donde luchas con todo para que no sean verdad los rumores o intentas cambiar tu destino de alguna forma. Luego viene la confrontación y es cuando luchas por arreglarlo todo, pese a que no haya sido tu culpa. Posteriormente, la aceptación es donde te duele tanto que prefieres cambiar de personalidad a seguir siendo la misma persona porque has sufrido mucho. Por último, la superación, es donde captas que al final si había una luz después de pasar el túnel, que el arcoíris siempre brilla después del paso de la tormenta y mientras más haya habido tormenta más potente es la intensidad del arcoíris, así que si tu sientes que eres insuficiente para alguien lo mejor es irte porque lo que no te suma no es justo tenerlo en tu vida.

Mientras les hablaba y miraba sus rostros, entendí que todo momento en mi vida había tenido un significado. Estar aquí, ayudando a otras personas, era parte de ese significado.

*Este texto pertenece a Valeria Alfonso Duque, Mención en la categoría de Literatura, en el concurso «Un mundo sin violencias» de la revista Muchacha.