Mi Diario: pronto estaremos juntas

Querido Diario:

Hace tres años que no estoy junto a mi mamá. Antes me daba mucha vergüenza decir que vive en una prisión para mujeres; hoy, no, he comprendido que solo está pagando su deuda legal por los errores que cometió.

Ayer, en el aula, me preguntaron por ella, no supe qué responder. Me armé de valor y les dije la verdad. Pensaba que me dirían cosas feas porque no todas las personas entienden lo que significa estar lejos de tu mamá o que ella viva junto a otras mujeres que han cometido delitos, sin embargo, no fue así.

Me asombré mucho al ver el apoyo dado por mis compañeros y compañeras, incluso, para sorpresa mía, uno de ellos vino a contarme la historia de su tío que también vivió en una prisión igual que mi mamá. ¡No soy la única niña que ha estado separada de sus seres queridos por esas razones!

La extraño mucho y tú bien sabes que es así. No dejo de pensar en sus chistes y en cómo nos gustaba mirar películas juntas. ¡La añoranza es muy fuerte! Algunos fines de semana voy a verla junto a mi papá. Cogemos tres guaguas y el tiempo se me hace más largo por la impaciencia al querer verla y contarle todo lo nuevo.

Hablamos, jugamos, me repasa Matemáticas y reímos mucho. Aunque estemos lejos, yo le digo que seguimos siendo una familia unida. A veces llora un poco cuando nos vamos, pero mi papá la abraza muy fuerte y le transmite todas las energías positivas del mundo. Debemos enfocarnos en las cosas buenas que nos quedan por hacer; al regresar a casa, iremos a la playa y visitaremos esos sitios que nos quedaron pendientes, aprenderemos a escribir décimas o tocar guitarra, veremos juntas algunas series.

Mamá me hace falta todos los días, pero mi papá me cuida con mucho amor, responsabilidad y desvelo. ¡Ahora veo las películas con él! Hace poco se disfrazó conmigo para ir al cumpleaños de mi primito. He notado que casi ningún papá lo hace…me siento afortunada.

Nadie podrá sustituir a mi mamá, pero entiendo que debe estar, en ese centro, por un tiempo. Segura estoy que, tanto ella como yo, hemos aprendido la lección. La espera es, en efecto, larga, pero pronto estaremos juntas de nuevo.