Midoris Padilla Franquiz : Una de mis fortalezas, las ganas de seguir creando

Un emprendimiento que tiene como ingredientes principales el amor y las ganas de crear, así describe Pekeart Midoris Padilla Franquiz, una joven de 27 años que hace realidad sus sueños. Para conocer sobre sus inicios y expectativas Muchacha llegó a este espacio en el que se respira la magia de quienes hacen realidad día a día sus esperanzas.

Por: Melisa Cores
Fotos: Cortesía de la entrevistada

• En Peke Art se descubren las mágicas pinceladas de las manos de un equipo de trabajo que se entrega con amor a la confección de los productos, ¿cómo han logrado engranarse a través de los tres años de trabajo?

“Pekeart tiene dos inicios: primero yo sola hace tres años, y luego el momento de la tienda, que fue el paso más fuerte.

“Recuerdo que cuando antes de tener un emprendimiento novio al verme crear tanto me propone abrir una tienda y pasamos cursos. Quería ver experiencias, ya estaba decidida, debíamos invertir para abrir la tienda. Tuvimos esos momentos de interacción con otros emprendimientos y con el público directamente, fue algo maravilloso.

“En el momento que empecé no había Covid, ni cambio de moneda, las cosas se conseguían más rápido. Todo era de forma online en aquel momento. La tienda si la abrimos en la pandemia, fue todo un reto. Llegó el cambio de moneda y también nos retó. Hemos subsistido a todas las problemáticas que hay, y mantenemos los deseos de avanzar.

“Una amiga me da la idea de abrir unas tiendas online a través de WhatsApp pues todavía no poseía el capital suficiente para abrir la tienda como espacio físico. Cuando llegamos a un número importante de personas que nos seguían inauguramos la tienda física, la abrimos en medio de la pandemia en enero de 2021, fue todo un reto, como decía, porque comenzar un negocio con la situación económica existente no era favorable luego del cambio de moneda. En el momento que abrimos fuimos tropezamos con la necesidad de mantenerla abastecida. Los niveles de producción de ese entonces no eran tan grandes y estuvimos muy apretados de tiempo.

“Somos una tienda- taller, tenemos la tienda como espacio de venta, pero también creamos y producimos concibiéndolo como arte. Son dos cosas diferentes que en Pekeart confluyen.”

- ¿Sientes que como mujer joven se te hace más difícil emprender?

“Como mujer emprendedora de este proyecto multifuncional, no me siento, ni me sentí nunca rechazada o discriminada. Por el contrario, hemos participado en muchos basares compartiendo con otros emprendedores, tanto mujeres como hombres. En ningún momento me he sentido menos.

“Siempre fue un sueño mío crear una tienda de regalos. Las ilusiones que tenía eran muchas, paso uno de los talleres de Cuba Emprende y me doy cuenta que debía aterrizar muchas cosas. Ahí comienzo a organizarme para lograr ese objetivo.

“Aquí en Centro Habana el único problema que he tenido ha sido con las personas de las colas que no respetan la limpieza de las paredes de la tienda. He tenido que requerir varias veces esos comportamientos que no mantienen una distancia prudente de las pareces, pero solo eso, no he tenido otros inconvenientes en mi entorno.

“Detrás de los emprendimientos no todo es “color de rosa”, a veces no son grandes equipos sino una sola persona que gestiona las cosas desde las redes, las ventas. Nosotros hemos crecido mucho con el trabajo en equipo, pero debemos tener en cuenta que hay momentos de equivocaciones y de esos aprendemos. Mientras tengamos las ganas lo haremos de la mejor manera. La palabra que siempre uso es “ganas”, esas que no pueden faltar a la hora de hacer las cosas bien.”

• ¿Su equipo de trabajo lo considera cómo una familia? ¿Cuál es la magia para su buen engranaje?

“Siempre ha habido personas que nos ayudan a producir sobre todo cuando se trabaja la madera para la confección de algunos artículos. Una de mis hermanas es la que está constantemente en la parte productiva, nos dividimos las tareas en el negocio. Al ser todo desde la familia tenemos obligaciones: mi suegra es la que atiende la tienda, mi novio tiene sus responsabilidades y yo junto con mi hermana nos encargamos del taller.

“Al ser familia todos ayudan mucho, pero también están las ganas de hacer las cosas bien. Cuando empezó todo, me gustaba lo que hacía, pero con el tiempo le fui cogiendo amor. Esto se trasmite a las demás personas y las coas fluyen mejor. La familia se apropia de ese amor, parece poético, pero es lo que se siente. Podemos tener otras obligaciones, pero sabemos que el proyecto es primordial, para mí lo es y así lo sienten quienes me rodean.”

- ¿Qué fortalezas reconoces ante más amenazas constantes que se afrontan en la Cuba de hoy?

“Una de las fortalezas son las ganas de seguir creando. En Cuba son difíciles las cosas de una parte, pero se buscan alternativas y se reinventan las formas de creación para hacer algo parecido o nuevo. Buscar esas nuevas soluciones es la mayor fortaleza que podamos tener. Otra fortaleza podría ser el hecho de saber aprovechar cada oportunidad que se presente, de poder crear alianzas con otros emprendimientos que existen.”

- ¿Cuál sería el mensaje que les enviaría a las muchachas que comienzan a emprender en la actualidad?

“Una de las cosas buenas que trajo la pandemia es que muchas personas se han lanzado a emprender, mi consejo es que hagan algo que realmente les guste y les apasione porque el camino no es fácil. Cuando tengan una problemática, aunque sea pequeña no bajen la cabeza y busquen soluciones, no pierdan las esperanzas.”