Muchachas que regresan sobre la historia: las ancestras hablan desde los archivos

Revista Muchacha
4 min readSep 9, 2022

--

Por Lirians Gordillo Piña

Roxana Héctor García es estudiante de quinto año de la Licenciatura en Historia en la Universidad de La Habana. Como a muchas de nosotras, un encuentro, una clase, una maestra fue el punto de giro, el contagio con el entusiasmo, el encuentro con certezas y la convicción de que algo podemos hacer.

Roxana ha vuelto sobre la historia de las mujeres negras y mestizas en el siglo XIX con una mirada que no solo denuncia la esclavitud, la exclusión y la pobreza. Ella trae al presente las tradiciones de lucha, las estrategias de sobrevivencia, las redes de apoyo y las conquistas arrancadas a la opresión esclavista y colonial.

¿Por qué te interesas, cómo joven estudiante, en la historia de las mujeres afrodescendientes en Cuba?

Mi interés por el tema surgió a partir de una excelente optativa que impartió la Msc Oilda Hevia Lanier, en mi 2do año, en la Universidad de la Habana, titulada Mujeres negras en el siglo XIX. La asignatura no solo respondió a muchas de mis incógnitas sobre él papel, soslayado, de la mujer afrodescendiente en la historia de Cuba, sino también me impelió un gran interés por estudiar sobre el tema. A partir de ese momento me propuse, como reto, realizar una búsqueda exhaustiva en el archivo para contribuir a visibilizar su lucha en el devenir de la historia.

Este trabajo implica investigar y acceder a los archivos ¿cuáles fondos has podido consultar? ¿qué te gusta más de trabajar con los archivos? ¿qué te ha sorprendido por ejemplo en alguno de tus estudios?

En el Archivo Nacional he consultado las distintas Escribanías, los Protocolos Notariales y el fondo Miscelánea de expedientes. Me encanta examinar los testamentos, desde ahí ellas encontraron la oportunidad de auto representarse, contribuyendo así a escribir sus historias y con ella la de su comunidad. Contienen valiosas informaciones sobre estas mujeres, los oficios que desempeñaban, las personas y lugares donde trabajaban, los pleitos legales que iniciaban por incumplimiento de pago, las deudas y un sinnúmero de detalles que nos acerca a la vida laboral de ellas. Además, nos ofrecen valiosos inventarios de los bienes muebles e inmuebles que llegaron a tener, el monto de sus pequeñas y medianas fortunas y las redes sociales-familiares que entretejían para alcanzar sus propósitos.

Me exultaba con expedientes de emprendedoras mujeres negras y mulatas libres, que a pesar de los obstáculos que la sociedad patriarcal y esclavista les impuso, con sus desempeños, fueron capaces de materializar múltiples propósitos a tal punto que lograron trascender la pobreza. Acercarse al pasado de cada una de ellas es una experiencia sumamente impresionante y valiosa.

Un punto de coincidencia entre activistas y académicas es la deuda de la historiografía nacional con la población afrodescendiente, y en particular las mujeres. En tu opinión como se expresa esa deuda, ¿cuál es la imagen más frecuente de las mujeres negras y mestizas. ¿Según lo que has podido estudiar cómo ellas crearon espacios de participación y ascenso social?

Es una deuda que tenemos que finiquitar con nuestras antepasadas, pues a pesar de la profusa obra que han venido realizando investigadores dentro y fuera de la isla desde hace ya varias décadas, todavía persiste una visión reducida sobre las mujeres negras cuyas vidas transcurrió en la Cuba colonial. Entre el común de la sociedad, perdura la creencia de que todas fueron esclavizadas, ignorantes e incapaces de romper con la condición de esclavitud que se les impuso. Poco se sabe de su versatilidad laboral, de sus múltiples expectativas concretadas, su capacidad de luchar por sus familias, su tenacidad para enfrentar al poder colonial y su acervo cultural fuera de las tradiciones religiosas.

A lo largo de la etapa colonial ellas conquistaron su inserción en los espacios urbanos a través de sus prácticas diarias, a menudo al margen de reglas y de tradiciones sociales. En gran parte estas conquistas estuvieron enmarcadas dentro de su papel decisivo, como lavanderas, planchadoras, costureras, parteras, amas de leche, nodrizas, cuidadoras de enfermos y maestras amigas (mujeres que tenían un rudimentario conocimiento de las primeras letras del alfabeto, de algo de escritura, de religión cristiana y van a darle clase a niños pobres, generalmente, negros en escuelitas que ellas establecían en las calles donde vivían). También dulceras, confiteras, bordadoras, tejedoras de sombreros, vendedoras ambulantes de distintos géneros, carnes, frutas y comidas rápidas. De esta forma se fueron haciendo más presentes en partes de las esferas pública y privada de la sociedad, donde inundaban con sus costumbres, sus tradiciones, sus saberes y su espíritu optimista.

Con esos desempeños, algunas, lucraron un modesto capital que les posibilitó alcanzar diversos logros socio-económicos, que la inmensa mayoría de su mismo color de piel no pudo materializar. Un verdadero mérito fue lograr mantenerse y, hasta las hubo que, en ausencia de padres, hermanos o esposos se convirtieron en la principal responsable de su hogar. Un número apreciable de ellas, llegaron a poseer propiedades urbanas muy rústica, esclavos, joyas y otros recursos. Las más afortunadas, lograron establecer distintos tipos de pequeños negocios, así como iniciarse en el mundo de la compra venta y alquiler de esclavos e inmuebles. El relativo éxito que tenían en estos negocios, les permitió trascender la pobreza y lograr cierto reconocimiento social.

Como joven, ¿qué significa para ti estudiar la historia de las mujeres afrodescendientes en Cuba?

Significa realizar un pequeño homenaje a la experiencia histórica de estas mujeres, porque aún en la actualidad sufrimos los embates de los prejuicios y estereotipos generados durante la colonia. Es sacar a la luz para que se conozca y se reconozca su papel en su afán de convertirse en seres humanos plenos, con posibilidades y oportunidades dentro de la invisibilidad general de las mujeres. No basta solo con mencionarlas, hay que insistir en la necesidad de expresar la labor desempeñada por cada una de ellas en la época que les tocó vivir.

--

--

Revista Muchacha
Revista Muchacha

No responses yet