No es teque, es real
Por Lissy Villar Muñoz
Esto que te queremos contar acá no es muela política. ¿No has escuchado la frase: “es por el bloqueo”? Quizás se ha utilizado el discurso en problemas que vivimos cotidianamente que escapan a él. Pero sí te garantizo que es real, que no es un cuento, y que también a ti te afecta. ¿Quieres conocer más por qué? Pues Muchacha te da algunos detalles en esta entrevista a Liliana Sierra Sánchez, periodista del Centro Memorial Martin Luther King.

¿Qué representa para ti el bloqueo a Cuba?
“Desde que tengo uso de razón escucho esa palabra. A medida que iba creciendo comprendía más sus implicaciones. Yo nací en 1988, así que no conozco otra realidad diferente a la de vivir bajo los efectos de esa política unilateral e inhumana que tanto daño nos ha hecho como pueblo, como personas; que tanto ha afectado nuestro desarrollo en diferentes sentidos.
“Cuando tenía solamente dos años, ocurrió la caída del campo socialista y Cuba entró en una dura crisis económica, el llamado período especial. Yo pertenezco a la generación que volvió a jugar con muñecas y muñecos de trapo o, la realizada con los frutos de una planta a la que le llamaban ‘friegaplatos’, hechas a mano (antes ya lo habían hecho algunas de nuestras abuelas).
“Contábamos con palitos chinos elaborados con pencas de palmas; con barajas de cartulina; con cuquitas de papel. Sufrí con los apagones constantes generados por el déficit de petróleo; bebía agua al tiempo porque en mi casa no había refrigerador, y tenía que ir a casa de vecinos a ver televisión; comí plátanos fritos con azúcar porque no había aceite; usé los mismos zapatos por varios años y cuidaba al máximo el no romperlos. Cuando llegué a la educación secundaria, no pudimos hacer los experimentos necesarios en las asignaturas de Química, Física y Biología por falta de equipamiento en los laboratorios. Y es que el sector educacional siempre ha sido de los más afectados, igual que el de la salud.
“El transporte, las comunicaciones, el acceso a alimentos, a tecnología, a productos de primera necesidad, históricamente han tenido limitaciones. El bloqueo no es un invento cubano, no es una justificación, es real, es cruel, es genocida.
“Recuerdo cuando estaba recién graduada de periodista, el haber entrevistado a una muchacha con varios padecimientos, entre ellos insuficiencia renal crónica y retinosis pigmentaria; ella debía recibir hemodiálisis frecuente y en nuestro municipio no había sala destinada a ello, pues el costo de los aparatos era elevadísimo, así que era trasladada tres veces a la semana a otro municipio, y su mayor deseo era que levantaran el bloqueo para que el país tuviera acceso a esos equipos, de ello dependía su vida. Su historia es la de otros tantos cubanos y cubanas en estas seis décadas.”

¿Cómo crees que el bloqueo afecta a las muchachas, a las mujeres?
“Hace poco escuché decir a Elena Gentili, representante de la agencia Oxfam en Cuba, que el bloqueo también es un sistema de medidas patriarcales, que afectan por ello principalmente a las mujeres. Tal vez tiempo atrás no hubiese comprendido este planteamiento, pero hoy lo respaldo totalmente. El 78 por ciento de las mujeres y niñas cubanas ha nacido y vivido bajo los impactos de esta política, y en los tiempos actuales de pandemia, sus efectos se han recrudecido.
“Las muchachas, las mujeres, parte de una sociedad esencialmente machista, llevamos el mayor peso de las actividades domésticas, el cuidado de hijas e hijos y ancianos o personas enfermas; sobre nosotras recaen jornadas laborales dobles o triples, y la mayor parte de la reproducción de la vida cotidiana con sus múltiples complejidades y carencias. Estamos multiestructuralmente afectadas, teniendo en cuenta además que laboramos en un gran porciento en los sectores más dañados por el bloqueo: la ciencia, la educación, la salud, la atención a pacientes positivos a la Covid-19…
“Como sabemos, el bloqueo dificulta el acceso a proveedores de insumos, medicamentos, tecnologías y productos de primera necesidad que ayuden en el enfrentamiento a la pandemia y a la crisis económica y sanitaria.
“En mi caso particular, como mujer joven, periodista, siento que el bloqueo limita mi desarrollo personal, profesional, mi realización en diversas áreas del conocimiento; me impide el acceso a plataformas comunicativas y tecnológicas; a intercambios y colaboraciones. Siento que se me niega el derecho al uso y la libre expresión a través de no pocas plataformas; el derecho a ampliar mi visión del mundo y de las diferentes culturas; el derecho a una vida más plena.
¿Cuál ha sido la labor del Centro Memorial Dr. Martin Luther King Jr.(CMMLK) en la denuncia al bloqueo?
“También he visto con mucha fuerza su influencia negativa en el sitio donde trabajo: el Centro Memorial Dr. Martin Luther King Jr.(CMMLK), que entre sus procesos desarrolla un trabajo con delegaciones de solidaridad hacia Cuba, principalmente provenientes de Estados Unidos, y que por motivo de las diferentes sanciones impuestas por los gobiernos de ese país hacia el nuestro, no han podido viajar para conocer y hacerse eco de nuestra realidad. Ese es solo un ejemplo, hay muchos.
“El CMMLK es parte de la sociedad civil cubana, y actualmente se centra en el acompañamiento a dos redes de personas organizadas a lo largo de Cuba: la Red de Educadoras y Educadores Populares y la Red Ecuménica Fe por Cuba.
“En ellas se agrupan militantes que tienen como objetivo contribuir a la perfectibilidad del sistema socialista cubano y de promover valores emancipatorios dando testimonio desde la educación popular y la teología de la liberación.
“Este acompañamiento pasa por el incentivo a la participación popular, que impulse soluciones a problemas comunitarios y territoriales, problemas de la gente; por el desarrollo de experiencias innovadoras con base en el trabajo comunitario, la economía popular y solidaria, la agroecología, el poder popular, el ecumenismo, el logro de una iglesia comprometida socialmente…, entre otras salidas estratégicas.
“Además, tomamos parte en el gran movimiento de solidaridad hacia y desde América Latina fundamentalmente, que ha sido muy importante en el apoyo al enfrentamiento al bloqueo. Incluyendo aquí a las Caravanas de Pastores por la Paz, que ayudamos a organizar.
Recientemente colaboramos con Oxfam en el lanzamiento del informe “Derecho a vivir sin bloqueo. Impactos de las sanciones de Estados Unidos en la población cubana y la vida de las mujeres”, y en la realización de un foro virtual con este tema, en el que participaron como panelistas Alena Douhan, Relatora Especial de Naciones Unidas; Elena Gentili, representante de Oxfam en Cuba; Jim Winkler, del Consejo Nacional de Iglesias de Cristo en Estados Unidos; Elena Schwolsky, enfermera, escritora y activista social.
“Por la parte cubana participaron además Izett Samá, pastora presbiteriana y Liliam Triana, emprendedora. Se refirieron principalmente a cómo el bloqueo obstaculiza el desarrollo de proyectos de vida, personales, económicos, o más colaborativos o comunitarios; cómo sus efectos son mayores en grupos vulnerables; cómo constituye una violación del Derecho Internacional y los Derechos Humanos del pueblo cubano.
“Hemos demostrado a lo largo de estos años, que lo que nunca han podido bloquear ha sido la inventiva de cubanas y cubanos, su capacidad para buscar soluciones y alternativas, su resiliencia, su fe en que es posible eliminar el bloqueo: Henos aquí, en pie a pesar de este, desarrollando candidatos vacunales contra la Covid-19, salvando vidas alrededor del mundo, colaborando y resistiendo; nuestra salida es la esperanza, y la búsqueda de sueños colectivos”.