Querido Diario:
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Ya no tengo miedo de aceptarme como soy. No te voy a negar que fue duro pararme frente al espejo y asumir con coraje esa verdad que hacía tiempo me atormentaba. Fueron muchas noches de llantos, de autocensura; en las que mis padres no comprendían lo que me pasaba y el por qué de mi depresión.
Llegué a un punto en el que no quería hablar con nadie. Me alejé de mis amistades porque me angustiaba su reacción al enterarse de mi situación. Tenía un secreto muy importante que proteger de los demás. ¿Me juzgarían acaso?
Muchas veces pensé en contarle al grupo cercano. Extrañaba el brazo amigo que tantas lágrimas vio caer, los secretos, las confidencias, los amores y desamores. Nunca tuve el valor ni las palabras correctas para abordar el tema porque el sentimiento de protección y autoresguardo fue mayor.
Mi confesión iba a ser motivo de discriminación, de riesgos y hasta de burlas. Pero no me doblegué, me negaba a vivir con esos sentimientos reprimidos por más tiempo.
Decirle primero a mis padres, explicarles. Con un nudo en la garganta y las manos sudorosas les conté. Se quedaron callados y con la mirada fija en la foto de la abuela Cristina. Mi padre esquivó mi mirada, murmuró algo por lo bajo mientras dos lágrimas corrían por las mejillas de mi madre. Te confieso que fue un momento de mucha angustia y tensión.
No lo entendieron al principio. No cabía en sus cabezas “que una muchacha joven, bonita e inteligente como yo fuera así”. Para ellos era difícil, pertecenen a otra época. Pero su amor es mayor que los prejuicios y desconocimientos sobre la diversidad sexual. Mi madre me abrazó y entre sollozos me dijo “¡no olvides que eres mi niña y hasta el fin de mis días te amaré!” Sentí que mi mundo volvía a tener sentido.
Ya no lo niego. Me gusta estar cerca de ella. Sentir sus manos, su perfume, su cercanía, sus labios cuando me besan. Escucharla atentamente cada vez que habla de sus sueños, de sus metas, hasta de sus preocupaciones. Porque sí, me enamoré de una mujer soñadora, independiente e incuestionablemente libre.