Querido Diario: un nuevo comienzo

Querido Diario:

¡Acabo de graduarme de 6to grado! Fue un día súper especial, en el que se cierra un ciclo en la vida de los pioneros y las pioneras y, a su vez, se abre otro. Por fin puedo decir que finalizó mi etapa en la escuela primaria «Adalberto Gómez Núñez».

Ya dejamos de ser aquellos niños/as de primaria para convertirnos en adolescentes de secundaria, futuros jóvenes de la Patria, enamorados/as todos/as de anhelos, metas y sueños.

Me siento feliz porque mi infancia fue estupenda y estuve (y estoy) alrededor de personas que me quieren y apoyan muchísimo. Es muy triste despedirse del lugar al que amas, pero yo no me voy jajaja, seguiré visitando a mi querida escuelita, la que me vio crecer paso a paso. Ella, sin proponérselo, fue testigo de todos mis logros como estudiante y, también, de mi crecimiento personal.

Me gustaría agradecerle a una gran persona que ya no se encuentra en este mundo: mi maestra Marlen. Ya te había contado que falleció el 24 de mayo de este año. En cualquier lugar del universo en que se encuentre, seguramente está muy orgullosa de mi grupo porque ya nos graduamos y la llevaremos en nuestros corazones por siempre.

Llegamos al final de una etapa, de una parte del camino y, como en toda puesta en escena, no puede haber gran obra si no hay gran dirección, no puede haber orquesta, si no es bajo la batuta de un gran maestro o maestra, por eso agradezco al director de nuestra escuela.

Para terminar, quiero decirte que por muchos obstáculos que nos ponga la vida, solo tu eres el/la dueño/a de tu camino. La vida nos coloca retos inevitables, sin embargo, podemos superarlos y salir adelante. No debemos olvidar que todos/as tenemos el potencial para ser lo que queramos en un futuro. Si tenemos un sueño hay que trabajar duro para cumplirlo. Escribo esto porque estoy muy ansiosa e ilusionada por comenzar el nuevo curso escolar.

¡Nos vemos en septiembre!

*Este texto es una colaboración de la estudiante Mariam Sánchez Llanes.