¿Qué sabes sobre la vaginitis?
Por Aloyma Ravelo

El contagio de la vaginitis no siempre se produce mediante las relaciones sexuales. Es la inflamación de la vagina, que puede ser causada, por infecciones, reacciones alérgicas, deficiencia de estrógenos o por una irritación debida al uso de sustancias químicas. Este padecimiento generalmente impide o dificulta la relación sexual, debido al dolor que se siente. Otra consecuencia es que la vagina desprende un mal olor que pone en situación incómoda a la mujer o inhibe el deseo de intimidad del hombre. Las infecciones vaginales más comunes son:
— Por Trichomonas: Es un parásito que vive en la vagina en número reducido. Si se multiplica rápidamente, la infección resultante produce una secreción espumosa, fluida, verdiblanca u ocre, con un olor en extremo desagradable. También provoca picazón y sensación de ardor en la vagina y la vulva.
— Por Candidas: Se produce la infección cuando hay un crecimiento excesivo de un hongo llamado Candida albicans que, como las trichomonas, habita la vagina. Ocurre una secreción que suele ser espesa, de color blanco y va acompañada de una intensa picazón. Esta infección tiende a aparecer en las mujeres diabéticas. La pareja, también en este caso, debe recibir tratamiento aunque no tenga síntoma alguno.
— Por Haemophilus: Resulta ser una bacteria que, por lo general, causa una infección muy molesta. La secreción pardusca, clara o agrisada, suele desprender un olor muy fuerte y desagradable y está acompañada de picazón e inflamación. Al igual que en las anteriores, la pareja debe tratarse.
En estos casos, que atañen a la salud sexual, lo mejor es prevenir. Por eso es recomendable seguir los siguientes consejos:
— Resulta mejor acostumbrarse a usar blúmer de algodón de manera habitual, y dejar los «sexy» para los momentos especiales. Esos «mini» de encaje, los llamados «hilodental» casi siempre son de nailon o fibras sintéticas que retienen el calor y la humedad, lo que crea un excelente medio para las bacterias.
— No lavarse la vulva con jabón varias veces al día. Si durante el calor sofocante del verano nos bañamos dos o tres veces al día, debemos hacerlo con jabón solo una vez, ya que el exceso de limpieza puede irritar la vagina y eliminar microorganismos naturales que desempeñan una importante función protectora.
— Durante el aseo, limpiarse y secarse siempre de delante hacia atrás. De esa manera, se evitará que las bacterias del recto se depositen en la vagina.