¿Salud o moda?

Por: Lissy Villar Muñoz

¿Rasurado o con pelo? Esa es la pregunta que guía este trabajo. Con la opinión de una especialista, Muchacha se acerca a visualizar este tema y para eso deseamos contar también con tu criterio. Si quieres dejarnos un mensaje, escríbenos a revistamuchacha@gmail.com y compártenos tu experiencia.

El tema de la depilación genital ha cambiado con los años. Ha sido símbolo de resistencia contra las imposiciones de la moda y de la vida y, a la vez, expresión de que las épocas cambian y podemos decidir libremente qué queremos con nuestro cuerpo y con nuestra salud.

Hay frases que se escuchan en el debate sobre la decisión de rasurarse o no: si la naturaleza nos creó con esos pelos, ¿porqué hay que quitárselos?, o: esos vellos no son higiénicos.

Estar a la moda representa seguir determinados patrones sociales que son creados y sostenidos por colectivos. Implica seguir algo que socialmente se ha asumido y se ha posicionado. Hemos visto la era de los pantalones campanas, del cerquillo, de los Converse, del piercing en el ombligo…, tantas que surgen y vuelven a retomarse al pasar de los años. Pero ¿nos hemos preguntado si la depilación es cosa de moda o de salud? ¿Qué implicaciones tiene sobre la salud y el autocuidado?

La doctora Maray Martínez Herrera es especialista de 1er grado en Ginecología y Obstetricia, trabaja en el Hospital Docente Eusebio Hernández, conocido como Maternidad Obrera, y compartió con Muchacha algunas respuestas a interrogantes que pueden surgir cuando hablamos sobre el tema.

¿Depilarse trae algún riesgo a la vulva de la mujer?

Doctora Maray: Contrario a la creencia, no existe ningún beneficio significativo en afeitarse, excepto el de reducir la probabilidad de tener pediculosis (liendres) en esta zona. Con esta práctica, se exponen a un mayor riesgo para su salud: desde los daños locales provocados por el mismo hecho de la depilación, como escozor (picazón) o sensación irritante, abrasión, hasta daños que exponen los folículos en esta zona húmeda aumentando la posibilidad de infecciones con bacterias o virus, incluido un mayor riesgo de contraer herpes u otras enfermedades transmitidas sexualmente.

¿Está probado que los vellos o pelos en esa zona protegen la vagina?

Doctora Maray: Sí, ellos son una barrera natural que evita el contacto piel a piel, no expone esa zona a roces, fricciones a las que queda expuesta después de depilada. Actualmente la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no depilar a las mujeres en labor de parto ni en cirugías vaginales.

A partir de lo que nos comenta, ¿pudiéramos afirmar que puede ser más propenso adquirir enfermedades de transmisión sexual al afeitarse?

Doctora Maray: Sí, está demostrado por varios estudios nacionales e internacionales que involucran la ginecología, la dermatología y las enfermedades de transmisión sexual que se está expuesto hasta 80% de contraer afecciones por contacto piel a piel, como moluscos, herpes, papiloma viral humano, sífilis, entre otras infecciones.

¿Hay algún momento de la vida en que una persona puede comenzar a depilarse?

Doctora Maray: Por lo expuesto con anterioridad, no sería aconsejable ninguna etapa; pero es una realidad que la depilación púbica, tanto en muchachas como en muchachos, es una tendencia y se considera atractivo, a veces con la idea de una mayor limpieza. Considero que las jóvenes no deben depilarse hasta no haber alcanzado un desarrollo del vello púbico, entre los 16 y 18 años de edad.

Muchas personas se depilan por considerar que los vellos en esa zona son poco estéticos. ¿Cuáles son sus consideraciones sobre esta tendencia?

Doctora Maray: Aun para mí es controversial hacer recomendaciones personales en este aspecto, pues soy de la generación que inició esta tendencia que aún persiste y que tiene riesgos científicamente demostrados. Asumir una práctica u otra es una decisión individual, conociendo los riesgos que tiene; pero si la opción es la depilación, recomendaría algunas normas:

1. Depilarse tras haberse dado un baño, de forma que los folículos estén más blandos.

2. No compartir cuchillas de afeitar, especialmente si están usadas.

3. Usar jabón o gel sin perfume y depilarse en la dirección del pelo, no en contra, para evitar la abrasión.

4. Hablar con especialistas si surge algún problema o tiene alguna duda.