Sueños de muchachas
Redacción Muchacha
Para las mujeres soñar siempre ha sido un acto revolucionario. Nuestras ancestras soñaron ser ciudadanas allá en la antigua Grecia; soñaron asistir a las universidades y “ser alguien, no de alguien”; soñaron ser dueñas de sus destinos y transformar las injusticas con sus votos. Los sueños de las mujeres han marcado puntos de no retorno.
Para las niñas, adolescentes y mujeres de hoy soñar sigue siendo un acto revolucionario ancestral.
Pero no siempre lo reconocemos o tampoco encontramos las palabras que demuestran el impacto de esas luchas feministas en nuestros sueños, esas que nos acercaron cada vez más a la plenitud de derechos.
Entonces, cuando seis adolescentes de La Habana comparten sus aspiraciones para el futuro hablan de ellas mismas, sus familias, su entorno social y también del país que viven y desean construir; hablan de las luchas feministas en una isla del Caribe.
Liet, Aidelis, Silena, Lilian y Claudia quieren ser alguien, no para alguien, o de alguien y esa frase contiene mucho de lo que se ha logrado transformar en Cuba.
Estas tres jóvenes se reunieron para recibir, formalmente, su ingreso a la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) el pasado 18 de junio, día en que se conmemoran 14 años de la muerte de Vilma Espín Guillois. Durante el acto sembraron buganvilias en homenaje a quien se reconoce como Presidenta de la FMC y fuera, como ellas hoy, una adolescente con sueños de justicia para las cubanas.
Vilma salió a conquistar el futuro propio y de un país más humano. Reconocer ese mejor país en nuestros sueños y el de estas adolescentes, quizá sea el mejor homenaje a su memoria y la apuesta más urgente para nuestro hoy. Porque, para las mujeres soñar es un acto revolucionario.
